Nacida en N.Y., en 1987 , de familia italo -americana, ha vivido entre Latinoamérica, EEUU y España, pasando la mayoría de su infancia y juventud en Oaxaca, donde ahora reside y tiene su taller principal. El contraste de culturas ha sido una constante a lo largo de su vida que ha forjado en su obra una mezcla rica y ecléctica de referencias estéticas e históricas.  

 

La obra de Indiana Christov expresa una fascinación por la ambigüedad de la condición humana, y una afinidad con el lenguaje arquetípico  con el que la psique estructura y ritualiza el mundo. Influenciada por los cuentos de hadas, el arte sacro, el mundo de los sueños, la escuela de pensamiento junguiana y las tradiciones místicas de todas las épocas, así como por artistas de pathos emotivo y espiritual como William Blake, Francisco Goya, Hans Memling y Paula Rego, entre otros.

​

“Mi exploración técnica en el arte ha abarcado una diversidad de materialidades, desde la escultura, la pintura y la animación hasta la fotografía y el performance. La práctica a la que he dedicado mayor entrega es a la pintura, en especial al manejo del óleo y el pastel. En este medio, trabajo con el realismo imaginario, el retrato y la naturaleza muerta para contar historias de cómo me habla este mundo. Cuando construyo una composición, entro en un paisaje mental lúdico y teatral donde puedo incorporar otros medios artísticos que disfruto. Dependiendo del tema en cuestión, puedo hacer una naturaleza muerta combinando taxidermia, marionetas y otros objetos (velas, telas, muñecas, etc.), y/ o tener una sesión de fotografía exploratoria o dibujo al natural con un amigo o musa. El aspecto performativo, abierto y escultórico de mi proceso me ayuda a intimar y expandir las ideas que tengo para cada pieza , y en ocasiones se convierte en parte del cuerpo de trabajo resultante.”